Japón no es un país muy religioso a mi parecer. Más bien me pareció que a la gente le movía más la superstición que la fe.
Las religiones más predominantes son el budismo, el taoísmo y el cristianismo.
Lo más curioso para visitar es un templo taoísta, religión que únicamente se da en Japón. Antes ver el templo, debes atravesar la torii de entrada, a continuación te encontrarás con una pila con cazo de mango muy largo para purificarte antes de entrar en el recinto sagrado. Hay que coger un cazo, llenarlo de agua fresca del grifo, echarse un poco en una mano y cambiarlo de mano para limpiarse la otra. Luego, se pone un poco de agua en la mano y se enjuaga la boca escupiendo en el suelo al lado de la pila.
Una vez dentro hay que ir a la sala de adoración consagrada al dios del templo. Allí, se debe lanzar una moneda en la caja de ofrendas, hacer sonar el gong para invocar a la deidad, rezar, dar dos palmadas e inclinarse. Hecho esto, uno ya puede irse del templo.
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